jueves, 4 de agosto de 2011

Mi nuevo pie de costura libre.

 Pues hace ya un tiempo, cuando tuve que llevar mi máquina de coser a arreglar, conseguí en la casa oficial un pie para costura libre, o pie para quilting o para bordado libre. Para los que sus suene a chino, normalmente la máquina de coser tiene una pieza (pie) que prensa la tela contra la base y que arrastra el tejido. Además, en la base también hay una pieza cuyo movimiento arrastra la tela hacia atrás. Un pie de costura libre no arrastra la tela, y además se añade una pieza a la base que también evita que la máquina arrastre y mueva la tela. Así yo puedo mover la tela a mi gusto para hacer dibujos complicados. 
Y este es el aspecto de un pie de costura libre:


 Muy bonita la teoría, pero ¿como demonios funciona? Pues hice unas cuantas pruebas y lo único que conseguí fue maldecir en arameo al pie, a la tela, al tipo que me lo vendió y al momento en que se me ocurrió comprarlo. Hasta que vi un vídeo en internet y vi el movimiento que hacía la costurera. Ping. Bombilla encendida. Momento de hacer pruebas.
Hace ya un par de meses encontré en el M&M un vestido negro, liso, que sienta muy bien pero muy soso. Y por sólo dos leuros. No lo podía dejar escapar, claro, y no lo hice. Pa casa. Y una vez que he empezado a manejar el pie libre con un poco de arte (ojo, que me queda muuucho Colacao que tomar) pensé en un dibujo fácil, que quedara bien en el vestido y que me permitiera practicar la nueva técnica. Hummm... ¿qué tal unos dientes de león? Pues vamos a ello.


En realidad sólo son muchos bucles que vuelven al centro del dibujo, así que son muy fáciles. Si lo intentara con un pie de máquina normal no podría hacer los bucles de vueta con facilidad, pero con el pie libre está chupado. Y el resultado final es.....

¡Tacháaaan! El vestido parece otro. De ser un vestido soso a ser una pieza exclusiva. Eso sí, como coja cien gramos ya no entro.