Este es el estor que tengo en la ventana de mi estudio- cuarto de costura- trastero. Un estor sencillo de Ikea, que deja pasar la luz (mi casa tiene una luz preciosa), pero me libra de miradas indiscretas. Como ya lleva varios años puesto, ha cogido polvo y se ha puesto gris y tiñoso. Ni se me pasa por la cabeza intentar lavar esto. Ya lo intenté con el de la cocina, que es igual, y al final acabé haciendo lo que he hecho ahora.
¿Y qué he hecho? Pues lo primero de todo, desmontarlo. Es muy fácil, uno de los lados tiene un botón que encaja en el soporte, y al apretarlo podemos liberar el estor.
Me lo he llevado a la tabla de la plancha para manejarlo mejor. ¿Veis lo gris que está la parte de abajo? es la parte del estor que estaba expuesta. Son muy largos, más de dos metros, y mi ventana mide uno veinte de altura y nunca tengo el estor cubriéndola por completo, así que tengo tela de sobra para cortar la parte sucia y dejarlo blanco y radiante.
Un tijeretazo y como nuevo. Pero ahora hay que rematar la parte de abajo. Podría volver a ponerle la barra de aluminio que traía, pero no me parece medianamente bonita o interesante. Más bien me parece horroroza. Aunque hace que el estor pese, claro, pero no lo veo algo imprescindible.
He comprado un galón en el mercadillo que me ha costado 0,50€ el metro. He comprado dos metros para asegurarme de que tenía de sobra y una vez caliente mi querida pistola de cola, le he metido caña.
Pegando con cuidado, no poniendo grandes goterones de cola sino pequeños puntos, ya que la tela del estor cala con facilidad la cola y no quiero pegarlo a la tabla de la plancha...
Y este es el resultado final. Limpio y con un bonito festón de remate. Mucho más interesante que antes. O eso me parece a mi. Será amor de madre...
Sometimes the little things can make all the difference! Great job!!!
ResponderEliminar~Terry
http://mossandclover.blogspot.com/2011/03/jute-lampshade.html
Thanks, you're welcome!
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