Funda para la tabla de la plancha.

Lo prometido es deuda, así que aquí os traigo un tutorial sobre cómo hacer una funda para la tabla de la plancha. Mis fundas para la tabla estaban hechas un asco (o como dirían en Málaga, percudías...) porque no sólo plancho en ella, sino que pinto camisetas y la uso de base para experimentos variados. Y como estaba hartita de ver las fundas con manchas que no salían y me niego a pagar lo que vale una funda de tela horrorosa teniendo telas preciosas en mi cuarto de costura, pues me puse al lío.

Es muy fácil y no tenéis que tenerle miedo para nada. Lo puede hacer cualquiera con conocimientos básicos de costura. Así que valor y al toro. 

Primero escoged una tela que os guste. Yo tenía esta loneta con tazas que había comprado pensando en hacer un mantel, pero como la compré hace más de un año y no había hecho el mantel (que ya me vale...) pues pensé que quedaría bien para la tabla de la plancha. Procurad escoger una loneta fuerte que aguante y que se pueda lavar bien. Como siempre que hagáis accesorios para la casa que tengan que lavarse, lavad la tela antes de poneros a cortar o a coser.

Una vez lavada y planchada la tela, he cortado un rectángulo de más o menos 50 cms de ancho por 1.40 de largo y lo he puesto sobre la tabla. Con la plancha he marcado bien los bordes de la tabla en la tela y luego con el rotulador frixion (se borra con el calor) y la regla he marcado una línea de ocho centímetros todo alrededor de la marca de la plancha. Con ocho centímetros la funda abrazará la tabla de sobra, pero si queréis dadle un poco más. Tampoco os paséis porque si no el mecanismo de la tabla se enganchará con la funda.

Yo tengo remalladora, así que le he rematado el borde remallando, porque soy así de chula, pero podéis perfectamente pasarle un zigzag ancho con la máquina. Queremos que nuestra loneta no se despeluche, que es una maligna tendencia de las lonetas. En la foto se ven las esquinas rectas, pero como van a ser la parte del "culo" de la tabla luego le redondeé esas esquinas. Con un vaso o un cuenco trazamos la curva y cortamos, y así será más fácil luego poner el bies.

Ahora fijamos nuestro bies por el derecho de la tela, dejando un hueco en la parte recta corta de la funda. Por ahí meteremos nuestro cordón para fruncir y ajustar la funda.

 

 Y nos vamos a la máquina. Como el bies cede se ajustará bien a las curvas que le hemos hecho a las esquinas de la funda y al "morro".

Como podéis ver, he dejado un hueco de más o menos medio centímetro, pero no pasa nada si dejáis más. He doblado los bordes del bies para que luego al coser queden escondidos y pulidos.

Ahora nos vamos a la plancha de nuevo. Planchamos el bies hacia el revés por completo, de manera que el bies no se vea por el derecho sino que nos quede completamente oculto. Así vamos a crear una jareta (o sea, un canalillo) por donde pasaremos el cordón que fruncirá nuestra funda y la ajustará a la tabla.

Y vuelta a la máquina donde coso el bies por el revés de la funda, con la aguja más bien pegada a la izquierda. ¿Veis en la foto que se ve el bies completamente extendido por el revés de la tela? Esa es nuestra jareta.

Y a coser, señoras. No es necesario que nuestras costuras estén súper rectas y maravillosas, porque una vez puesta la funda la costura quedará debajo de la tabla. Ojos que no ven, corazón que no siente.

 

 He escogido un cordón que me regalaron, pero podéis poner un cordel de algodón con la única condición de que sea un poco gordito para que no os dejéis los dedos cuando tiréis de él para fruncir la funda. No hay nada más desagradable que cortarse los dedos con el cordel de la funda cuando además te estás peleando con el mecanismo de plegado de la tabla.

 Para pasar el cordón tengo un pasacintas que compré hace un millón de años y que el pobre está medio doblado y hecho polvo de tirar de él para pasar cintas, cordones, cuerdas y de tó. De hecho, me lo he cargado al pasar este cordón... Para mi que ha decidido jubilarse.

¿Veis la separación entre los dos extremos del bies? Asi paso el cordón sin problemas. Lo saco por el otro extremo y ya sólo tengo que poner la funda sobre la tabla y ajustarla.

 

Y este es el resultado. Fácil y rápido, apto para todas las costureras por novatas que sean. Ahora ya no hay excusa para tener esa funda horrorosa con las lonetas tan bonitas y tan baratas que hay en todas partes. Ánimo, chicas, y todas a coser.