Ay, qué alegría y que alboroto.... Y sin necesidad de perrito piloto. Hoy me he pasado por dos de mis tiendas de telas favoritas. En la primera he encontrado unas telas de cuadros tipo mantita de picnic y en la otra tenían los retales de tapicería a ¡0.25€! Por dos euros en una tienda y diez en la otra me he traído dos bolsacas llenas de telas ideales de la muet-te, cuyo destino es convertirse en unos bolsos invernales con ayuda del libro que me ha caído por mi cumple. No tengo peligro, qué va. Ya he hecho tres bolsos y ahora voy a probar con otro de los diseños que vienen en el libro. El caso es que este año ya me han regalado tres bolsos, así que los que hago yo tendrán como destino convertirse en regalos, claro. A quien le caigan, que le de las gracias a Beatrix.
En otro orden de cosas, he conseguido perder mis dedales (tenía 3) y el descosedor (ese sólo tenía uno). Así que me toca revolver y revolver hasta que aparezca al menos un dedal, porque coser el broche de los bolsos sin dedal no es más que de sufril y de sufril.
No hay comentarios:
Publicar un comentario